¡QUIÉRETE MÁS! LA AUTOCOMPASIÓN

La autocompasión es un concepto poco conocido y, sobre todo, poco estudiado. En una era en la que se realza la importancia de ser competitivo, la autocompasión puede ser vista como una debilidad y no como algo saludable. En estas breves  líneas, pretendo ofreceros una visión psicológica del concepto de la autocompasión.

Algunas de las frases que determinadas personas se dicen cuando algo no les sale bien suelen ser: “Soy lo peor”, “No merezco que me mire a la cara”, “Fallo a todo el mundo”, “Soy un completo desastre”. Es un tipo de autocrítica que, lejos de ser constructiva, resulta devastadoautocompasión IIra para la autoestima y el concepto que se tiene de uno mismo.

Ser autocrítico no es por sí mismo algo malo. Ayuda a darnos cuenta de nuestros errores para posteriormente corregirlos y ser mejores personas. Sin embargo, cuando la autocrítica es despiadada, desproporcionada y alejada de la realidad, deja de ser útil y acaba por convertirse en el origen de una baja autoestima e incluso de trastornos depresivos o de ansiedad.

La autocrítica destructiva está presente tanto en hombres como en mujeres, en niños, adolescentes o adultos. Se trata de personas que a pesar de haber hecho algo correcto o meritorio, siempre encuentran un pero. Se autoflagelan de tal forma que les resulta imposible dejar de pensar en su error, se quedan “enganchados” a él, impidiéndoles disfrutar de otras cosas. El diálogo interno que establecen consigo mismos (lo que piensan y se dicen sobre cómo han realizado una conducta) es extremadamente duro e injusto.

La postura contraria a todo ello es la autocompasión. La psicología positiva la define como la actitud de ser amable y comprensivo con uno mismo en los momentos de dificultad, ante los errores personales o al descubrir defectos personales.

La autocompasión conlleva ser consciente de que tenemos limitaciones y por tanto de que somos falibles. Protege del desánimo cuando las cosas no salen bien, preserva nuestra autoestima fomentando el autocuidado en los malos momentos y nos ayuda a ser empáticos con los demás (pues al ser comprensivos con errores propios, también lo seremos con los ajenos).

Es importante destacar que autocompasión no equivale a la autocomplacencia. Esta última se limita al mero sentimiento de pena por uno mismo cuando las cosas no salen bien o se ha cometido un error. No es tanto comprensión consigo mismo como autojustificación indiscriminada. Su única finalidad es la de buscarse y recrearse, sin asumir la responsabilidad de las cosas. Es pues, una actitud estéril que no promueve cambios, dado uno se queda en la emoción, sin más.

Ser autocompasivo no excluye tener un cierto grado de autocrítica pero, a diferencia de la autocrítica desmedida, es más justa, equilibrada y sobre todo, más constructiva. La motivación para el cambio en alguien autocompasivo reside en el respeto por sí mismo (me acepto como soy, pero resulta más sano y equilibrado cambiar estos aspectos que no funcionan bien). Las personas con autocrítica desmedida, si cambian, lo hacen desde el rechazo de sí (no me soporto como soy y he de cambiar a cualquier precio).

Existen múltiples y complejos factores que explicarían por qué unas personas son autocompasivas y no críticas o complacientes consigo mismas. El estilo educativo recibido es uno de ellos.

Un hogar con un ambiente dotado de cariño y comprensión pero con unos límites firmes y definidos, facilita el surgimiento de un estilo de pensamiento autocompasivo en los niños. Mientras, hogares con padres desproporcionadamente autoritarios, críticos y rígidos, generan niños inseguros, con autoconceptos muy exigentes y poco empáticos consigo mismos. Por último, estilos educativos sobreprotectores que promueven la ausencia de límites forjan niños autocomplacientes. Dado que no saben enfrentarse a los problemas (nunca se han visto en la tesitura), apenas pueden tolerar la frustración y sólo les queda sentir pena por ellos como única herramienta para minimizar los daños psicológicos frente al fracaso.

Se puede aprender a frenar la espiral de autocrítica y promover actitudes más autocompasivas. Existen algunos programas experimentales con interesantes resultados.

Ganar en autocompasión sin caer en la complacencia es una meta loable que nos ayudará a vivir de forma más saludable y feliz.

3 opiniones en “¡QUIÉRETE MÁS! LA AUTOCOMPASIÓN

  1. Almux

    Me he dado cuenta de que realmente no tenemos un concepto claro de lo que es la autocompasión.Hata leer tu artículo consideraba que era una actitud de “ir dando pena”. Tras leer tu artículo he comprendido el concepto y me ha ayudado también a pensar en el asunto.Muchas gracias

Responder a Almux Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>